Daniel Guevara (2001)
Estoy aquí, ahora
La cabeza dándome vueltas
No, no estoy borracho, o sí,
Tal vez borracho de nostalgia.
Dónde están mis compañeros
Los que huyeron,
Los que se quedaron
Los que murieron
Los que sobrevivieron
Los que habrían preferido morir
Los que habrían preferido sobrevivir
Los que aún sobreviviendo
Se sienten igual de muertos.
Cada recuerdo es como un trago
Dulce, amargo, rancio
Es la batalla más crucial
Es el combate sin balas.
Es ese combate en el que la posibilidad
De quedar aislado, solo, en la vaguada,
en la cuadra, en el edificio, en el cerro,
es siempre mayor si uno no se ubica
en la mejor posición
si no te atrincheràs
en la mejor concepción
y la visión más adecuada .
Recordar a mis muertos
Es como un trago amargo
Y doloroso, unas veces;
Doloroso pero moralmente
Justificante, otras.
Por qué murieron
Por qué lucharon
Cómo murieron
Cómo estaba su moral?
Están conformes
Valió la pena
Qué pensarían hoy
Qué harían hoy
Me darían la razón?
No debo torturarme
La historia es siempre irreversible
Lo que pensaron ellos
Lo supe y lo pensé yo
Lo que pienso ahora
Sólo yo lo sé
No debo torturarme
Estoy conforme hoy,
Estoy inconforme ayer,
Estoy conforme mañana,
Estoy inconforme hoy,
Estoy conforme ayer.
Nada es absoluto
No se debe pretender lo radical
Vistas así las cosas
Estoy conforme hoy,
Estoy inconforme mañana.
¡Cuidado!
Estos conceptos disparados
en ráfaga o de uno en uno
son más peligrosos
que las balas y las bombas
que intentaron matar la esperanza,
la posibilidad de vida, la luz,
la perspectiva, el esfuerzo,
la historia y la sangre
de aquellos muertos, de mis muertos,
de los que se quedaron allí
como semillas, como luz
alumbrando el camino de aquellos
que siguieron luchando...
Debo permitir que me atrape la nostalgia,
el sentimentalismo, lo emocional;
O debo ser realista
Buscar la mejor posición,
la mejor trinchera,
la visión más objetiva.
Otra vez recuerdo a mis muertos
Otra vez me da vueltas la cabeza
Y ahí están en ráfagas los conceptos,
Las dudas, las preguntas...
Por qué murieron
Por qué lucharon
Cómo cayeron
Valió la pena
Los que huyeron,
Los que se quedaron
Los que murieron
Los que sobrevivieron
Los que habrían preferido morir
Los que habrían preferido sobrevivir
Los que aún sobreviviendo
Se sienten igual de muertos.
Cada recuerdo es como un trago
Dulce, amargo, rancio
Es la batalla más crucial
Es el combate sin balas.
Es ese combate en el que la posibilidad
De quedar aislado, solo, en la vaguada,
en la cuadra, en el edificio, en el cerro,
es siempre mayor si uno no se ubica
en la mejor posición
si no te atrincheràs
en la mejor concepción
y la visión más adecuada .
Recordar a mis muertos
Es como un trago amargo
Y doloroso, unas veces;
Doloroso pero moralmente
Justificante, otras.
Por qué murieron
Por qué lucharon
Cómo murieron
Cómo estaba su moral?
Están conformes
Valió la pena
Qué pensarían hoy
Qué harían hoy
Me darían la razón?
No debo torturarme
La historia es siempre irreversible
Lo que pensaron ellos
Lo supe y lo pensé yo
Lo que pienso ahora
Sólo yo lo sé
No debo torturarme
Estoy conforme hoy,
Estoy inconforme ayer,
Estoy conforme mañana,
Estoy inconforme hoy,
Estoy conforme ayer.
Nada es absoluto
No se debe pretender lo radical
Vistas así las cosas
Estoy conforme hoy,
Estoy inconforme mañana.
¡Cuidado!
Estos conceptos disparados
en ráfaga o de uno en uno
son más peligrosos
que las balas y las bombas
que intentaron matar la esperanza,
la posibilidad de vida, la luz,
la perspectiva, el esfuerzo,
la historia y la sangre
de aquellos muertos, de mis muertos,
de los que se quedaron allí
como semillas, como luz
alumbrando el camino de aquellos
que siguieron luchando...
Debo permitir que me atrape la nostalgia,
el sentimentalismo, lo emocional;
O debo ser realista
Buscar la mejor posición,
la mejor trinchera,
la visión más objetiva.
Otra vez recuerdo a mis muertos
Otra vez me da vueltas la cabeza
Y ahí están en ráfagas los conceptos,
Las dudas, las preguntas...
Por qué murieron
Por qué lucharon
Cómo cayeron
Valió la pena
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