Saludos y bienvenida: Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida... Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos. Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos. Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más... A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado. Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia... Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos? Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista. No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente. Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo. Fraternalmente, Trovador

miércoles, 8 de agosto de 2012

La grabación de Marcial


Peripecias para transmitir un discurso del entonces jefe de la guerrilla
 
Por Armando Salazar

SAN SALVADOR - De inmediato se planteó un huevo sin precedentes. En el décimo tercer aniversario de las FPL, la radio tenía que transmitir, sin saberlo, lo que sería el último mensaje de aniversario del comandante Marcial.

La grabación transmitida desde Managua en la banda de 40 metros de onda corta y recibida en La Montañona con un radio Yaesu 707, no se escuchaba bien. No era audible en varios tramos, afectada por asuntos de ionósfera y quién sabe por qué cosas, donde circulan las ondas hertzianas que rebotan entre el cielo y la tierra.

El Negro, a cargo del radio y las comunicaciones, reportó de inmediato el problema. La radio tenía que transmitir la grabación en la misma banda y allí sería mucho peor, además de las potentes señales de interferencia que emitía el enemigo.
La solución técnica inicial sería que volvieran a transmitir la grabación o que Marcial lo volviera a transmitir directamente, para mejorar la calidad de audio en Chalatenango. No recuerdo bien lo que se hizo, pero el asunto no mejoró y las horas pasaban.

Independientemente, el discurso se transcribió y se logró completar el texto discontinuo con las nuevas grabaciones enviadas. No recuerdo si la jefatura de la radio habrá informado a la dirección del partido de la situación.

La cuestión fue que había que emitir el discurso “en vivo”, para lo que había sido hecho y grabado, y no hacer lectura de un texto por los locutores de la radio. Alguien lo tenía que hacer en La Farabundo. De entrada, tenía que ser una voz masculina de los que estábamos. No podía ser la voz de los locutores (Toñito, Piquín, Miguel Ángel) tampoco voces que hayan salido en emisiones (Ricardo, Haroldo, Justo o corresponsales). Tampoco podía ser una voz juvenil (Juan Carlos, Rafa) o hacer evidentemente una lectura con dificultades que revelaran que no era la propia voz del comandante en jefe de las FPL. Era un buen lío y hasta podía llegar a ser considerado como una especie de herejía.

Quizá un tanto por la edad, la “tarea” le cayó a Neto “El Sordo”. No había de otra, no hubo más grabaciones originales y no había más tiempo: el primero de abril de 1983 era el día siguiente y se valoraba que no podía notarse mayor diferencia por la distorsión de la transmisión en onda corta de una radio guerrillera.

La grabación tardó horas. El Toñito Cañénguez se cagaba de la risa de las entonaciones y gesticulaciones corporales que hacía Neto “El Sordo”, tratando de imaginar e igualar las entonaciones que habría hecho Marcial en su lectura. La radio no estaba manipulando el discurso político de Marcial, pero sí su voz. Y hubiera sido mayor desastre transmitir la ruidosa grabación de onda corta. Era recuperar el discurso político original o la voz original del jefe.

Al día siguiente, el discurso se transmitió íntegro y no se reportaron dudas. La mayoría de la radio solo conocimos a Marcial por su voz en otros mensajes, sin pista alguna de lo que sucedería dramáticamente en los días siguientes. 

Meses atrás, a Haroldo le habían reprochado por escribir una crónica en un periódico mexicano que tituló “La muerte de Marcial”, donde relataba cómo un niño de El Jícaro fue destrozado, no recuerdo bien si por un bombardeo o un cañoneo del ejército. El niño también se llamaba Marcial, pero el título en un periódico de la urbe intelectual mexicana, generó sobresaltos.

A los pocos días de la grabación, se generó en las FPL una lesión traumática y que en ese abril no solo se llevó a sus dos primeros responsables políticos, sino que generó certezas y rechazos que aún permanecen. Meses después, con el asalto guerrillero al cuartel El Paraíso, también se razonaba por dónde seguían tirándose los tiros.

martes, 7 de agosto de 2012

Residentes de El Salvador hablaron con la Corte Suprema


Lo que no se dice de la guerra


Aún no se sabe la verdadera condición de los y las jóvenes que se incorporaban a la guerrilla 

Por Carlos Velis (*)

LOS ÁNGELES - Cuando se menciona la etapa histórica del “conflicto”, como se le dice con falso pudor, se tiende a ponderar las dirigencias y a anular la participación de las masas. O bien se refiere a las acciones armadas, olvidando que también se vivía. La vida continuaba. Que en los frentes aprendieron a sobrellevar la situación de guerra con la vida corriente. Algo de eso se ve en la película “Cartas de Morazán”; los libros publicados en esta época de post guerra, también nos hablan un poco más de la vida en los frentes de guerra, pero para mi gusto, todavía se inclinan demasiado al perfil de la dirigencia, soslayando a la gente sencilla. Hay dos películas actuales, que ya enfocan la historia desde otro ángulo, son “La palabra del bosque”, del MUPI, dirigida por Carlos Henríquez Consalvi y “El lugar más pequeño”, dirigida por Tatiana Huezo. Ambas reflejan las condiciones en que transcurría la vida en aquel doloroso entonces. Lo mismo, algunos libros testimoniales e históricos.

Pero aún no se sabe la verdadera condición de los y las jóvenes que se incorporaban a la guerrilla, muchos de ellos cambiando los útiles y pupitres por el fusil. Muchos también, de dormir en colchón pulman, se fueron a dormir sobre un plástico, bajo la lluvia. Las enfermedades que padecieron, muchas de las cuales han dejado secuelas hasta la fecha.

Tampoco se habla mucho de la gente de la retaguardia, de la clandestinidad de las ciudades, de la incorporación silenciosa a las grandes operaciones militares, como las fugas masivas de las cárceles, las ofensivas, los trasiegos de armas a través de las fronteras; los hospitales en colonias de casas grandes; el mantenimiento de los buzones de armamentos, los transportes de armas y gente por tierra y aire, etc. Las redes de colaboradores de los dirigentes estratégicos, de los que no se sabe nada; todos ellos hicieron un trabajo silencioso, sin propaganda ni heroísmos, pero ponían en riesgo a toda la familia.

Muchos de ellos, de clase media alta, y hasta burguesía. ¿Por qué lo hicieron? ¿Cómo aguantaron los combatientes, todas las penurias vividas en los frentes? Por conceptos ya casi olvidados, palabras que ahora casi nadie menciona. “Mística”, “moral combativa”, “ideal”, “valor”, “decisión”. No eran políticos, sino soñadores, utopistas de un futuro mejor. Eso fue lo que hizo al pueblo salvadoreño derrotar los derrotismos de aquellos que pronosticaban que no podría existir una guerrilla en el territorio, por lo pequeño y superpoblado. De esa forma se construyó un movimiento poderoso y de los más creativos de la historia latinoamericana. Comenzando de la nada, llegó a construir una fuerza militar capaz de poner en jaque al ejército nacional, y no una, varias veces.

¿Por qué, entonces, no fuimos capaces de conseguir una victoria militar como en el caso de Cuba y Nicaragua? Habrá muchos aspectos a analizar, pero en mis reflexiones, quiero referirme a uno, que es el mal endémico de la izquierda nacional, el autoritarismo, que acarrea secuelas muy graves, como son el culto a la personalidad, el hegemonismo (traducido a lenguaje no político, la intolerancia), en fin, el sectarismo.

La situación revolucionaria

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Hay momentos en la historia de los pueblos, en que llegan a una encrucijada. Estos momentos son conocidos como “situación revolucionaria”. El sistema social llega a su agotamiento, los que usufructúan el poder, quieren neciamente mantenerlo y necesitan cada vez más fuerza para evitar lo inevitable, la explosión de la fuerza popular, que ha llegado a su punto crítico. Son momentos de privilegio, que se dan una vez cada cincuenta o más años, duran uno o dos años y pasan para siempre.

En El Salvador, desde el año 78 hasta el 80, tuvimos una clarísima situación revolucionaria. Las condiciones sociales habían empeorado desde la guerra con honduras, hasta el punto que en las últimas elecciones, la oposición había arrasado con la oficialidad, el partido de los militares, respaldado por la oligarquía cafetalera. El café en el mercado internacional, junto con el algodón y la caña de azúcar, habían sufrido aparatosas caídas, lo que volvía más precaria la situación del campesino.

Para mantener su poder, los militares tuvieron que imponerse a través, tanto del fraude electoral, como de la violencia directa. Desde las elecciones de 1972, los espacios políticos se cerraron. En 1974, los pueblos de La Cayetana y Las Tres Calles, sufrieron una represión indiscriminada, que dejó un saldo de varios muertos, por el hecho de defender el triunfo electoral de la oposición.

El descontento popular iba en aumento. Consecuencia de eso, la guerrilla, que nacía por esos años, experimentó un vertiginoso crecimiento. La población la vio como alternativa real para un cambio político. A más represión, más legitimidad alcanzaba la opción armada. El coronel Arturo Molina trató de hacer ciertas reformas pero, por débiles que fueran, la oligarquía se escandalizó y se lanzó en contra de aquellas. A final, el ministro de Defensa, el general Carlos Romero asumió el gobierno real, a fuerza de tanquetas y torturas, mientras que el coronel Molina sólo era el testaferro. Eso condujo a una crisis de poder, un gobierno descabezado, donde el descontento popular era tal, que se manifestaba en las calles, hasta por cientos de miles.

El gobierno trató de palear la situación, promulgando leyes de excepción, como la “Ley de defensa y garantía del orden público”, que fuera promulgada dos veces. En 1975, en vísperas de celebrar el concurso de Miss Universo, los estudiantes hacen una movilización el 30 de julio y son masacrados sin ningún disimulo, abiertamente y a plena luz del día, en una de las arterias principales de San Salvador, sabiendo que era una manifestación de estudiantes de secundaria desarmados, principalmente. 

El saldo fue de una veintena de muertos, cuyos cuerpos fueron desaparecidos y la sangre lavada por barredoras del gobierno. Todos eran muchachos adolescentes. Durante muchos meses, se pudo ver las fotos de ellos en los periódicos, publicadas por los parientes por si alguien los reconocía.

1977 fue el parte-aguas de la historia. La decisión de la ciudadanía que se manifestó en el voto, favoreciendo al candidato opositor, el coronel Ernesto Claramount, fue descaradamente burlada. Los resultados de la elección fueron burdamente alterados y el general Carlos Romero fue impuesto a sangre y fuego. Los partidarios del coronel, se tomaron la plaza Libertad, donde mantuvieron una permanente protesta. A la media noche del 27 del febrero, para amanecer 28, los manifestantes fueron masacrados. Muchos se tuvieron que refugiar en la iglesia del Rosario, donde salvaron la vida, pero muchos indefensos cayeron abatidos en la plaza. El 28, el pueblo se lanza a las calles y desata un motín de dimensiones gigantescas. De aquel arrojo de las masas, toma su nombre uno de los frentes de masas más importantes del periodo, “Ligas Populares 28 de Febrero”. La izquierda armada estaba legitimada.

El despertar de los jóvenes

Una de las principales condiciones para que madure la situación revolucionaria, es la crisis del pensamiento, o sea la crisis de la ideología dominante, la cual sirvió para mantener la estructura mental de la etapa anterior. Dicha ideología podemos resumirla en las siguientes características: el sometimiento a los dogmas de la Iglesia, la aceptación del abuso de los cuerpos represivos y militares como algo normal, la adoración ciega de los líderes y las efemérides patrias, la negación de los valores propios y el sometimiento al poder.

guerrila-camEl rompimiento con dicho esquema ideológico, tuvo una incubación muy lenta. Desde la década de los sesenta, con los escritores de la “Generación Comprometida”, que abrió la agenda social a temas como el arte con contenido social, la bohemia, la vida misma como ruptura. La llegada de los hippies fue saludada con los aires de libertad que alborotaban las melenas juveniles. La persecución policíaca no se hizo esperar. Cortaban el pelo a machete, pintaban las piernas de las muchachas con minifalda, intervinieron la Universidad y quemaron libros…
 
Paradójicamente, durante los gobiernos militares, desde el Ministerio de Educación, se gestó un movimiento intelectual que abrió las puertas del pensamiento. La reforma educativa de 1968-73, a pesar de ser tan polémica y tener muchos errores, tuvo la audacia de romper esquemas ideológicos. Con la realización de los festivales estudiantiles de artes y la fundación del Bachillerato en Artes, la juventud respira aires de cambios. Una verdadera contracultura. Así se construye la triada de rompimiento ideológico. Los curas, con la teología de la liberación, los maestros, con su actitud militante y los jóvenes enfrentados al sistema social, con una actitud innovadora en lo cultural.

El programa de gobierno del movimiento

En realidad, fueron muy pocos los documentos en los que se plasmara un plan de gobierno, desarrollo social, económico, etc. Se hablaba muy vagamente de socialismo, aunque la reivindicación más sentida era la apertura democrática y el antimilitarismo. En los periódicos clandestinos de la época, había muchos lemas de lucha, valor, ilusiones futuristas, pero muy poco aterrizado en la realidad concreta.
Lo que dominaba la teoría eran las viñetas a las otras organizaciones. La discusión en el terreno ideológico, se convirtió en una verdadera pugna por territorio, donde lamentablemente, muchas veces se confundió al enemigo. Los años de consolidación del movimiento, de mediados a finales de los 70, fueron de confrontación directa entre las distintas organizaciones. Epítetos como “revisionistas”, “cortoplacistas”, “izquierdistas”, etc., eran comunes en las discusiones dentro de la izquierda. Los llamados a la unión de fuerzas frente al enemigo común, caían en el vacío.

Tratándose de adolescentes metidos a revolucionarios, esa pugna marcó la vida de muchos, que aún ahora siguen en guerra. El recelo y hasta el ataque gratuito hacia otras organizaciones, la negación de la valentía y el sacrificio de los demás, llegaron a convertirse en parte de la personalidad.

Durante los tres años de la pastoral de Monseñor Oscar Romero, fue él, con su prédica, que puntualizó las condiciones sociales e hizo denuncias concretas. En realidad, no era necesario hablar mucho para convencer a la población de tomar las armas y disparar contra el icono de la represión, la Guardia Nacional, la Policía de Hacienda y la Policía Nacional, que habían cometido abusos durante casi todo el siglo XX. Esa es otra de las condiciones subjetivas de la situación revolucionaria.
Coreando consignas, con el puño en alto, con el valor que da el grupo, los frentes de masas planteaban sus reivindicaciones tomándose ministerios, iglesias y hasta embajadas. De manera temeraria se lanzaban contra las balas en plazas públicas, dejando un reguero de cadáveres, que se convertían en mártires. Para mientras, la guerrilla aumentaba en su poder militar y táctico. La gente mantenía una actitud expectante del accionar de la guerrilla. Se aprestaban a colaborar. Se podría decir que la incorporación de la población civil fue masiva, hacía tareas de retaguardia, comunicaciones, acopio de víveres y otras vituallas.

El momento de la situación revolucionaria

El triunfo sandinista en Nicaragua, obligó a los militares y las fuerzas de poder en torno a ellos, a quitar de en medio al gobierno espurio de Carlos Romero. Así, en marzo de 1979, tres grupos de diferente corte ideológico, entre el centro y la extrema derecha, dieron un golpe de estado. El modelo agroexportador, que generó el sistema oligárquico, había cumplido su ciclo histórico y en sus estertores de la muerte, había generado el fanatismo de ultraderecha, un ejército corrupto y despótico y bandas de verdaderos asesinos, llamados “escuadrones de la muerte”. El proyecto económico con el que buscaban dinamizar la economía capitalista e integrar al país al capitalismo moderno, en esos momentos, se hundía en el fracaso. La industrialización había terminado, la alternativa del turismo, llamada “industria sin chimeneas”, para la que se impulsó la Reforma Educativa, no logró levantar vuelo. Sólo quedaba el proyecto contrainsurgente, de parte de la derecha y la lucha armada, por el lado de la izquierda.

Definitivamente, las piezas estaban completas para el asalto al poder. El fdr2golpe de estado del 79, fue obligado por las circunstancias, para calmar las protestas populares, pero sin un verdadero planteamiento de reformas, se convertía en una cucharada más de lo mismo. La ultraderecha se negaba a dejar sus privilegios, por lo que tenía sus representantes en la Junta de Gobierno, como el coronel Abdul Gutiérrez; la derecha moderada y el centro, veían en los coroneles golpistas, como el coronel Arnoldo Majano, su posibilidad de un pacto social que favoreciera a la clase media; mientras que la guerrilla continuaba su ascensión, hasta el punto de atreverse a lanzar una ofensiva en septiembre del mismo año. El ERP protagonizó combates contra el Ejército en los barrios populares, en un intento de llamar a la insurrección, hasta que se quedaron sin parque. Los jóvenes aguerridos, pero inexpertos en cuestiones militares, fueron capturados e, indefensos, pasados por las armas en el mismo momento.

Así las cosas, era imposible hablar de apertura democrática. El recelo de ambos bandos crecía y fue cuestión de tiempo que los golpistas de la oficialidad corrupta y obcecados tomaran el mando del país. Los cuerpos represivos, la Policía, la Guardia y la Policía de Hacienda, habían sido rebasados por la población, que se lanzaba a las calles a exigir sus derechos, sin importarle la muerte. Era el turno para el Ejército Nacional, “garante de la soberanía nacional”, de hacer el triste papel de reprimir a una población indefensa, buscando golpear a un enemigo que no tenía rostro y atacaba por donde menos lo esperaban. Contra todo pronóstico, la guerrilla había consolidado su presencia y accionar en todo el territorio.

El FDR, último intento de apertura democrática por parte de la izquierda
En 1980, la alianza de diferentes sectores de centro e izquierda, organizan una expresión política civil, no armada. El Frente Democrático Revolucionario, FDR. La directiva del FDR estaba conformada por intelectuales y profesionales de alto nivel, junto con líderes surgidos de los frentes de masas. 

En poco tiempo, se constituyeron en un contrapeso al gobierno y una carta de indiscutible imagen democrática ante la comunidad internacional. Enrique Álvarez, un empresario acaudalado, de las principales familias del país, y que había participado en dos gobiernos militares como ministro de Agricultura y Ganadería, ocupaba la Secretaría General del movimiento. Eso le daba una solvencia moral y política ante los gobiernos de todos los países, fueran de derecha o de izquierda. De inmediato, la comunidad internacional los recibió con interés y les abrió las puertas diplomáticas.

Sin embargo, la virulencia del gobierno de los militares golpistas, que en esos momentos ya habían conseguido el apoyo –y la alianza– de algunas personalidades civiles, como el ingeniero José Napoleón Duarte, líder democristiano, no les permite entender los matices de la situación. Envalentonados por la fuerza de las armas y los dólares del gobierno de Carter, se lanzaron a una política de represión total.

El año 1980 fue de una reacción demencial. Para las estructuras de poder, el proyecto social y económico para el país, se enfocó en la contrainsurgencia, casi exclusivamente. Ese año cometieron los crímenes políticos más aterradores de nuestra historia. En enero, masacraron una manifestación multitudinaria en las calles de San Salvador, sin el mínimo respeto por la voz popular, que se manifestaba por centenares de miles. En marzo, asesinaron al arzobispo de San Salvador, Monseñor Oscar Romero, de un disparo certero, mientras oficiaba misa en el altar de la capilla del Hospital La Divina Providencia.

En noviembre, secuestran y asesinan con lujo de barbarie a toda la dirigencia del FDR. Un soplo sobre el lugar donde estarían reunidos condujo a los paramilitares del ejército hasta ellos, apoyados por unidades del ejército, que acordonaron varias calles. Fue un despliegue descarado de fuerza para eliminar una estructura civil, que buscaba todavía un poco de cordura en aquel momento.

Los siguientes dos años, fueron de una orgía de sangre, que implantó el terror a la población. Los desaparecidos, muertos y torturados, llegan a varios miles; los testimonios de sobrevivientes de las cárceles clandestinas, son historias de verdadero terror. A sangre y fuego, la oligarquía mantenía de nuevo su poder. A pesar de que la guerrilla era una realidad y se consolidaba como contrapoder, sobre todo en las zonas rurales, donde había establecido su retaguardia estratégica, el tiempo de la toma del poder por una victoria militar, había pasado.

¿Qué ocurrió? ¿Por qué no fuimos capaces de tomar el poder? Eso será el tema de la tercera parte de estos apuntes urgentes para la comprensión de nuestra historia. Si alguien quiere leer la primera parte, dejo el link.

http://www.contrapunto.com.sv/sociedad-civil/apuntes-para-la-historia-politica-reciente

(*) Intelectual salvadoreño radicado en Los Ángeles, teatrólogo

jueves, 2 de agosto de 2012

Unidad y diversidad de las izquierdas latinoamericanas

Por Jorge Alberto Kreyness (Partido Comunista de la Argentina)


 El sólo hecho de que la 18ª edición del Foro de San Pablo (FSP) se realizara en Caracas, la capital de la República Bolivariana de Venezuela, y que la presencia del espacio continental que agrupa a las izquierdas latinoamericanas y caribeñas marcara el inicio de la campaña electoral del presidente Hugo Chávez Frías, indica el sentido estratégico que tuvo ese encuentro.

 

Es que el próximo 7 de octubre es la fecha de las elecciones presidenciales y allí es donde se juega el destino de un proceso de cambios encaminado al socialismo con poder popular, cuya impronta tiñe el actual desenvolvimiento de la unidad e integración regionales que fructifican en el Alba, la Unasur, la Celac, Petrocaribe, y que resulta un claro respaldo a la determinación del Mercosur de concretar la incorporación a su seno de Venezuela, como ocurrirá el próximo 31 de julio en Brasilia.

Pero no sólo eso: es preciso atender al hecho profundo que implica poner en el centro del Foro de San Pablo, como su tarea principal, el respaldo internacional y regional a la Revolución que reinstaló el debate mundial sobre el socialismo en el siglo 21 y que contribuye de manera cierta a llenar de contenido y de ofensiva la búsqueda plural de alternativas a la crisis capitalista, hoy agudizada en la eurozona y los EE.UU., búsqueda que el Foro de San Pablo iniciara hace ya veintidós años y que atravesara diferentes momentos, siempre influidos por los fenómenos reales de la lucha de clases, especialmente en el terreno político e ideológico.

Fundado para confrontar desde posiciones de izquierda con las defecciones y desmoralizaciones que provocó la frustración de las transiciones de la Urss y Europa del Este, fue paradójicamente influido, durante un período, por las visiones derrotistas, centristas y de abandono de la idea revolucionaria.

Sin embargo, la fuerte presencia en su seno de una izquierda de impulso revolucionario y latinoamericanista, recibió el aliento de los pueblos que avanzaron en la consolidación de Cuba socialista, de la Venezuela bolivariana, de los avances de Bolivia y Ecuador, de la recuperación del gobierno por el Frente Sandinista en Nicaragua y de los procesos que tienen lugar en Brasil, Argentina, Uruguay, El Salvador y otros países.

También el Foro capitalizó las experiencias de ciertas fuerzas que sobrevaloraron la “democracia como valor universal”, que el mismo imperialismo yanqui y las burguesías locales aliadas tiraron por la borda en Honduras y Paraguay con sus respectivos golpes de Estado, en México con el fraude electoral continuista, como lo vienen haciendo en Colombia con el militarismo y la narcopolítica, proyectos de dominación que fueron derrotados en Venezuela, Ecuador y Bolivia y no pudieron prosperar en Argentina. Y que permiten caracterizar a las derechas regionales como decididamente golpistas, antipopulares y proimperialistas.

Finalmente la crisis de la eurozona, los EE.UU. y los gobiernos de derecha en todo el mundo, y las grandes movilizaciones y el despertar juvenil con que les responden los pueblos, dan marco a un Foro de San Pablo que ya no sólo debate e intercambia opiniones, sino que encara acciones regionales y mundiales, como la jornada del 24 de julio de solidaridad con Venezuela y su continuación hasta el 7 de octubre.

¿Honduras? Cabe recordar el 16º Foro de Sao Paulo en Buenos Aires (2010), del que participaran Néstor y Cristina F. de Kirchner, y del que fuera figura notable el presidente Mel Zelaya, solidaridad que se sostiene y se profundiza con el Frente Nacional de la Resistencia Popular, miembro del FSP, y el Partido Libre (Libertad y Refundación) que es su instrumento electoral y hoy lleva la candidatura presidencial de Xiomara Zelaya.

 

¿Colombia? Tenemos una buena noticia. El Polo Democrático Alternativo, espacio frentista progresista de ese país y uno de los miembros previamente integrantes del FSP ha dado por fin el acuerdo que faltaba, y que no estaba aun en la reunión de Caracas, para que la Marcha Patriótica se incorpore plenamente al Foro. Lograda la unanimidad en el país en cuestión, estamos seguros de que la Marcha, fundada recientemente, contribuirá a fortalecer los debates y las acciones del espacio de unidad en la diversidad de las izquierdas de América Latina y el Caribe.

Otro dato de valor es que el FSP, particularmente por medio de su Regional Sur que coordina el Frente Amplio de Uruguay, ha estado presente junto a nuestros hermanos paraguayos desde los momentos en que fuera ilegalmente destituido el presidente Lugo y ahora, a un mes de esos hechos, un equipo se encuentra en Asunción brindando solidaridad a las fuerzas del Frente Guasú y respaldando la postura del Mercosur de suspender la participación del gobierno de facto de Paraguay de todas sus comisiones y organismos.



Una importante y representativa delegación de Haití estuvo presente en la reunión de Caracas y allí se elaboró un plan de solidaridad y colaboración con ese pueblo, contra la presencia de tropas de los EE.UU. e impulsando que los gobiernos de la región contribuyan en materia de salud, educación, alimentación y viviendas, como lo hacen Cuba, Venezuela y la Misión de Unasur,  en lugar de hacerlo con centralidad en fuerzas militares, dado el desfavorable balance sobre el papel de la Minustah (la misión denominada “de estabilización” de las Naciones Unidas).

En su bagaje, el FSP se ha manifestado contra la presencia de bases y otros dispositivos militares de los EE.UU. y la Otan en nuestra región y en el mundo, insistiendo una vez más ahora desde Caracas, en la lucha por la paz, contra el intervencionismo y las agresiones a los pueblos, como hoy ocurre contra Siria e Irán.

Puntualmente ha expresado su respaldo a la lucha por los derechos soberanos de la Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, sus aguas circundantes y los recursos naturales que allí se albergan, advirtiendo sobre el peligro de las bases de la Otan en el Atlántico Sur, como las de Malvinas, Ascención y Santa Elena.

El Partido Comunista  de la Argentina es miembro fundador del Foro de San Pablo, y hoy participa activamente del Grupo Argentino (GA) de éste, un espacio que consensua nuestra presencia en el Grupo de Trabajo, la instancia de coordinación de la entidad en el ámbito regional. Son parte del GA junto a los comunistas, los partidos Intransigente, Solidario, Socialista, Humanista, los movimientos Evita y Libres del Sur y el Frente Grande.

Son miembros del GT, entre otros, el PC cubano, el Fsln, de Nicaragua, el Fmln, de El Salvador, PRD y PT, de México, Psuv y PC, de Venezuela, PT y Pcdob, de Brasil, Frente Amplio de Uruguay ellos son los que llevan a los plenarios el conjunto de las propuestas que hacen a la vida del FSP.

El Partido Comunista de la Argentina reafirma su presencia en el FSP como un campo de unidad, intercambios de experiencias y debates de las izquierdas latinoamericanas en su diversidad, lo cual no condiciona, sino que impulsa aun más, su condición de partido marxista, revolucionario e internacionalista y sus relaciones internacionales con todas las fuerzas comunistas y revolucionarias, democráticas, populares y patrióticas de América Latina y el mundo por cuya unidad frente a los enemigos imperialistas también nos esforzamos, en la lucha por la paz y por el socialismo.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Perfil del político salvadoreño


Editorial UCA

El desprestigio de la clase política no es asunto reciente; desde hace mucho tiempo se refleja en las encuestas. Y aunque el rechazo es generalizado, es en la juventud, necesitada siempre de ejemplos que la reten, donde el ejercicio de la política encuentra menos seguidores. En la Encuesta Nacional de Juventud que la UCA publicó en 2009, 7 de cada 10 jóvenes dijeron que la política les interesa muy poco o nada, y 8 de cada 10 (80.3%, para ser exactos) no sienten que sus intereses estén representados por algún partido político. En la misma tendencia, los partidos políticos y la Asamblea Legislativa superan el 80% de respuestas de poca o ninguna confianza entre los jóvenes. Otras encuestas de similares características reflejan las mismas tendencias. Es decir, en resumen, la política no es el hit de la juventud.

No es bueno que los jóvenes manifiesten esta apatía, pero ¿qué hacer si lo que nos muestran los políticos les da la razón? En los últimos tiempos, el conflicto con la Sala de lo Constitucional ha exhibido a los políticos a pecho abierto, sacando sus más íntimas miserias y corroborando aquello que dice alguna gente: “Más vale el diablo por político que por diablo”. A partir de su poco afortunada actuación, podemos dibujar un perfil del político salvadoreño. Aunque hay honrosas excepciones, aquí nos referimos a los políticos profesionales salvadoreños, es decir, a los que han hecho de la política una forma de vida y no una plataforma de servicio. Y de estos enlistamos cinco características básicas y distintivas.

En primer lugar, para ser político hay que ser cínico. El cínico es también mentiroso, pero va más allá: miente a conciencia y lo hace sin inmutarse. Además de mentir, el cínico se caracteriza por cometer actos vergonzosos sin ocultarse ni sentir el mínimo atisbo de vergüenza. Los políticos profesionales piensan internamente en un “no”, mientras mueven la cabeza de arriba a abajo diciendo “sí”; están dispuestos a decir que el negro es blanco si la cúpula de su partido se lo manda. Incluso pueden afirmar que están haciendo algo para salvar la Constitución, conscientes de que la están violando. Por eso, para ser un buen político profesional salvadoreño, hay que hablar bien y proceder mal. El político de oficio es como el billete falso, que hace ladrón al que lo usa y convierte en estafado al que lo admite.

En segundo lugar, para ser político hay que ser como el camaleón. Hay que saber adaptarse al medio y teñirse del color que convenga según el momento. Los políticos de oficio, es decir, los que en el país viven de la política, llaman a esto “flexibilidad” o “pragmatismo”; aunque, de acuerdo a la ética, es más bien una falta de principios o de coherencia. El político profesional se puede aliar con la extrema derecha o con la extrema izquierda, porque lo que importa es de dónde se puede recibir algo a cambio. Para el político de oficio, la democracia, más que ética, es numérica. Puede aprobar lo que antes reprobó porque solo se mueve por interés personal, por miedo o por fanatismo. Si lo moviera el amor al prójimo o la fe, entonces ya no sería político.

En tercer lugar, el político profesional padece de amnesia selectiva. No tiene memoria para aquello que no le conviene recordar. Con aparente convicción, puede condenar con firmeza algo que hizo en el pasado o, por el contrario, puede hoy hacer aquello por lo antes se rasgó las vestiduras. Así, un político salvadoreño de oficio pudo pasar 20 años sin que le molestara el manoseo de la Constitución y luego convertirse en su más ferviente defensor. También pudo decir en un momento determinado que por ninguna razón del mundo votaría por cierta persona para el cargo de, digamos, Fiscal General de la República, pero años después darle su respaldo porque, repentinamente, le parece la persona adecuada.

En cuarto lugar, el político profesional no tiene amigos verdaderos, solo aliados coyunturales que le sirven para sus intereses. Puede hoy ser de un partido y pasado mañana convertirse en enemigo de sus otrora compañeros de ideología. De esta manera, por ver intereses antes que personas, llama “maniobra” a lo que otros entienden como simple traición. El político profesional, como no tiene amigos verdaderos, cuando no tiene razones para criticar una postura o una propuesta, entonces recurre al juego sucio, ataca a las personas para denigrarlas y así descalificar sus propuestas. Rascan en su pasado, recuerdan favores pedidos, todo se vale con tal de descalificar al otro. Y, finalmente, al político nacional de oficio no le importa de verdad la democracia. ¿Por qué le importaría?, ¿por qué respetaría al conjunto de aquello que desprecia por separado? Cree que las mejores decisiones las toma la cúpula, y que hay un grupo privilegiado que sabe lo que le conviene al país.

Estas características de los políticos de oficio son las que han salido a relucir en el pleito de la Asamblea Legislativa con la Sala de lo Constitucional. En El Salvador, la política sigue, pues, en manos de una élite, y por ello la poca participación y falta de interés de la gente. Sin embargo, en reacción a ese manejo de la política es que se ha dado en los últimos meses una especie de despertar de la juventud. Ojalá que ese despertar sea algo más que una breve expresión de rebeldía; ojalá que esos jóvenes sepan encontrar modos propios, eficaces e inteligentes de expresión y participación, a fin de que marquen el cambio de una hora que ya ha durado demasiado.

(VIDEO) Presidente Chávez: Ingreso de Venezuela al Mercosur representa la aceleración de cambios históricos

Presidente Chávez en la Plenaria del Mercosur

Presidente Chávez en la Plenaria del Mercosur

Credito: AVN

 El ingreso de la República Bolivariana de Venezuela como miembro pleno del Mercado Común del Sur (Mercosur) representa la aceleración de los cambios históricos en el país, expresó este martes el presidente Hugo Chávez.

Al finalizar la reunión plenaria de la cumbre extraordinaria del bloque regional, efectuada en Brasilia, el estadista venezolano reflexionó que los venideros acontecimientos en la Patria de Bolívar serán extraordinarios.


“Tengo la certeza de que entramos en un nuevo período de aceleración de la historia, de los cambios históricos, geográficos, cambios geohistóricos y geopolíticos (…) los años que vienen y los acontecimientos futuros serán superiores a los que fueron presenciados en la última década”, ratificó el mandatario venezolano.


Finalmente, el Presidente de la República subrayó: “Hay eventos que van configurando la historia viva sobre el territorio. Tiempo y espacio, dos elementos esenciales de la existencia”.


 

Acta de Fundación Movimiento Nuevo País MNP

Firma del acta de fundación como partido político, del Movimiento Nuevo País (MNP) en una ceremonia en la cual estuvieron presentes alrededor de 200 personas simpatizantes con la ideología del nuevo partido.

El MNP, liderado por el analista político, Dagoberto Gutiérrez, está cimentado en la ideología de la democrática y unificar los sectores del país, afirmó su dirigente.

Gutiérrez apuntó que el partido no nació de cara a las elecciones presidenciales de 2014, sino para contribuir al desarrollo productivo de El Salvador en el periodo actual, donde se atraviesa una de las peores crisis históricas.

El secretario general del nuevo partido dijo que sí tienen las expectativas de entrar en contienda para ese periodo, pero la participación se determinará por la madurez de la crisis política y la necesidad de convertir la lucha electoral por la lucha del pueblo.

"Con estas circunstancias no se saben si va ha ver elecciones en 2014, no se sabe si en 2014 va a haber país", comentó. Detalló que antes es de pensar en candidatos presidenciales es necesario afinar la "cabeza" electoral, ya que tienen que completar las 60,000 actas para poder constituirse por completo como una nueva vía.

El secretario apuntó que "contaminaran" lo electoral con lo político, porque nacen dentro de la sociedad y afuera del sistema, lo que conlleva a la lucha por los derechos de la clase más desprotegida.

Si les ponen trabas los demás partidos, Dagoberto dijo que están en su derecho, si los partidos políticos son los dueñosdel Tribunal Supremo Electoral. También dijo que se nutren de la experiencia del FMLN guerrillero y del FMLN electoral, pero de este último no se nutren, solo analizan la experiencia.

Referente al apoyo internacional, construye relaciones con el Movimiento de Liberación de México, Tendencia Revolucionaria de Honduras, reuniones en Brasil, y otros.


Fidel Nieto: "El MNP no va a ser un partido electorero"

El poder de Dios y el Dios del poder

 
Amén.
El Poder de Dios:

Bajo sus umbrelas pasean bien vestidas y vestidos, los evangélicos en esta mañana dominguera, no hace sol ni tampoco lluvia y sin embargo sus paraguas abiertos son su emblema evangelizador… de casa en casa, de timbre en timbre, de puerta en puerta, propagando la palabra del señor. Frente a sus púlpitos los sacerdotes congregan a las mujeres y hombres, abren la biblia y rezan cualquier página de las sagradas escrituras, predican esperanzas y promesas, temores y pecados del poder de dios.

Hoy al mirarlos me pregunto: ¿Dios creo al hombre o fue el hombre quien creo a dios? Así no exista, dios existe. Vive en cada domingo y en cada temor, en cada bendición y cada vez que cualquiera le da las gracias por cualquier cosa, ese es dios, sin color, sin olor, sin espacio ni imagen que lo pueda representar, intangible e invisible. Un lugar, un refugio, una magnánima idea que protege a mi especie de sus miedos y de sus soledades terribles, de su miedo a la muerte y al más allá, un poder, gran poder que vibra de boca en boca, de cruz en cruz, de rezo en rezo. Dios es parte del ser humano, innegablemente.

No recuerdo quien fue, antes si lo recordaba, el autor de aquella frase tan mía: soy ateo, gracias a Dios.
Aprendí a rezar a los cuarenta años, en árabe, musulmán, el Corán.  Tanta magnificencia me hablaba de un poder superior, tanta irracionalidad de mi especie, irrespeto y prehistoria me invocaban algún presentimiento de un conocimiento superior. Que importa como rezo yo, si creo o no creo, al fin y al cabo  cualquiera de los dioses que conozco, nunca dan la cara, y si existen todos, los dioses actúan por medio de sus hombres.
Un día escribí que dios es del tamaño de la ignorancia del hombre, que en nombre de dios los pobres éramos atemorizados con el castigo celestial sino éramos fieles a sus mandatos, y que desde el vaticano o cualquier emporio espiritual, se nos dominaba. Hoy pienso que si dios no existiera habría que inventarlo, ¿Quién sino él podrá cargar con tantas culpas? ¿Quién sino dios podrá cumplir tantas peticiones? ¿Quién sino dios podrá entonces restituir el orden en esta desbocada civilización? Un día escribí mucho sobre dios, hoy no me importa si existe o no existe, ya no doy esa batalla teológica. En el poder de dios se esconde la fuerza y la impotencia de los desposeídos, ese dios que dice amen en la boca de mis pobres, es el dios del futuro, la esperanza, la revolución, exista o no.

El Dios del Poder:

Hay otro dios que si es visible, tiene bandera y escudo  y tiene cara. Sus feligreses son beatos irreductibles: los ricos, lo medio ricos y los pobres con complejo de ricos. Ese dios se llama “poder” ese poder se basa en el dominio de quien lo tiene sobre quien no lo tiene, ese dios tiene iguales o peores códigos, que el dios que no se ve, este dios del poder castiga o premia aquí en la tierra y no en el cielo. Eso dios del poder tiene santuarios que flotan en los océanos apuntando a cualquier país que ose no rendirle tributo, posee aviones cargados de bombas repletas de muerte, ese poder invade y asesina, ese `poder contrata mercenarios, ese poder insaciable se babea por las riquezas de nuestras tierras, ese poder no se para nunca, es incesante, es un tormento que azota a todas y todos aun así a  aquellos que le rinden pleitesía.

El dios del poder atrapa y encadena con su hostia maldita, el dinero. Todo aquel que mira sus pantallas se esclaviza a su culto y lo adora en los grandes centros comerciales, le rinde culto y le tributa con algo más que una limosna, le va entregando su alma, le va entregando su futuro o se lo va vendiendo, mejor dicho.

El final y el principio:

Infinita vida de este universo, sagrada creación de la materia y el espíritu, que eres este mundo y esta especie: eres lo único que nuestros ojos han visto, el único espacio que habitamos y la herencia que podemos dejar a nuestros vástagos. Vida, vida que se repite incesante, que germina cada segundo, que anochece y amanece, que amamanta sueños y que destella brillante desde cada estrella.

Infinita vida de este universo, yo te invoco en esta hora para clamar ante ti la luz que hace falta para espantar la oscuranza, yo te invoco para que hagas el milagro de la nueva sociedad que te reconozca y ame, de la nueva mujer y el hombre nuevo, despojado del egoísmo y la crueldad, llenos de radiante esperanza. Yo te pido que brilles en todas las miradas para salvar nuestros espíritus amenazados por los dioses y los demonios.

Que los pueblos se levanten con tu luz en la alborada para barrer para siempre a los injustos y los sedientos de poder y de dominio. Para que una flor simple y olorosa sea la esencia del camino.

martes, 31 de julio de 2012

Declaración politica 21 Congreso del Partido Comunista Colombiano


Escrito por pacocol

Unir todas las voces y todas las rebeldías por la paz, la democracia y la
soberanía.

Los 374 delegados y delegadas al  XXI Congreso del Partido Comunista
Colombiano, reunidos y reunidas en la ciudad de Bogotá durante los días del
18 al 22 de julio de 2012, luego de la más amplia deliberación, con un
espíritu de sólida unidad  y el más profundo compromiso con las luchas del
pueblo por la verdadera independencia, la democracia plena y el socialismo,
declaran:

1.- El capitalismo continúa mostrando a escala planetaria sus límites
sistémicos y civilizatorios, así como su incapacidad para ofrecer una
alternativa digna a la existencia humana. La persistente crisis económica y
financiera mundial, se acompaña de la profundización de las tendencias a la
crisis alimentaria, energética, socioambiental y cultural. Con miras a
garantizar su régimen de dominación y explotación, este sistema continúa
desplegando a escala planetaria su acción depredadora y destructora a través
de un proyecto político-económico de mercantilización extrema de la
naturaleza, de la vida y del trabajo humano. En consideración a ello, el
anticapitalismo, el socialismo y el comunismo, no sólo poseen plena
vigencia, sino que han devenido en necesidad histórica. La crisis y sus
impactos han exacerbado la lucha de clases, llevándola a niveles no vistos
en las décadas anteriores. Como resultado de ello, se ha asistido a un auge
de la movilización social y popular contra el gran capital y sus políticas.
El mundo del trabajo, en sus múltiples expresiones de jóvenes, mujeres,
migrantes, desocupados, adultos mayores, indignados, ha salido a las calles
a confrontar los ajustes neoliberales.

2.- La crisis económica y financiera mundial no ha sido más intensa y
profunda gracias a los desarrollos geográficos desiguales del capitalismo,
así como a una nueva potenciación de las dinámicas especulativas del capital
financiero. Todo pareciera indicar que en los años siguientes, no sólo
persistirá la crisis capitalista, sino que sus efectos se sentirán con
agudeza e intensidad en lugares en lo que hasta ahora no se ha manifestado;
lo cual augura una extensión y profundización de la lucha de clases a escala
planetaria. En el marco de la crisis económica y financiera, el imperialismo
colectivo, en cabeza del imperialismo norteamericano, ha acentuado su
política de militarización con el propósito de proteger militarmente la
inversión trasnacional, garantizar el acceso a recursos estratégicos y
pretender doblegar toda forma de resistencia, sea ésta de Estados soberanos
o de movimientos sociales y populares. El imperialismo, además de
militarista, se ha tornado más intervencionista, en forma directa, o a
través de fuerzas mercenarias, según se ha observado en algunos países
árabes, o promoviendo “golpes institucionales de Estado”, como lo muestra la
experiencia reciente de América Latina. Pese a ello, las luchas y
resistencias sociales y populares se constituyen en límite frente a esas
pretensiones.

3.- El rasgo principal del proceso socioeconómico y político de Nuestra
América se encuentra en el avance de las fuerzas sociales y populares, que
han logrado producir cambios políticos, incluidos el acceso al gobierno y la
conducción del Estado, cuyos efectos se han expresado, por una parte, en una
nueva correlación internacional de fuerzas que ha debilitado el imperialismo
estadounidense, propiciado novedosos procesos de integración subregional y
reivindicado la soberanía nacional. Por la otra, en importantes
transformaciones económicas, políticas, sociales y culturales, algunas de
ellas blindadas constitucional y legalmente, con alcances desiguales y
diferenciados, que son expresivas de las aspiraciones de las mayorías
oprimidas y explotadas. La profundización de los procesos de cambio en
Nuestra América hacia una orientación decididamente anticapitalista y por el
socialismo dependerá de la capacidad de movilización y organización que
pueda desatar el movimiento social y popular, pues estamos en presencia de
procesos no exentos de conflictos en el campo popular y de notorias
resistencias de la derecha de la Región.

En ese contexto, la política intervencionista y de militarización propiciada
por el imperialismo ocupa un lugar central, como lo demuestra la activación
de la IV Flota estadounidense, y la instalación de bases militares en varios
países de la región. Se requiere la mayor condena a los intentos de
desestabilización del proceso bolivariano de Venezuela, asi como de los
gobiernos de Bolivia, Ecuador, Nicaragua. Hay que contrarrestar las
pretensiones de la derecha de revertir procesos como en Paraguay.

En los años que vienen, debe esperarse una intensificación de la lucha de
clases en Nuestra América producto de la previsible desaceleración del
crecimiento económico y de su impacto sobre la situación socioeconómica de
la mayoría de la población, de los conflictos socioterritoriales asociados
con la explotación minero-energética y la producción de agrocombustibles, de
la persistencia en las políticas de mercantilización neoliberal, de las
orientaciones de las políticas de desarrollo, y de la lucha por la
persistencia y la profundización de los procesos nacional-populares. En ese
contexto, el ejemplo de Cuba, por darle continuidad y mayor consistencia a
su proyecto revolucionario mediante el impulso de un proceso reformas
económicas y políticas merece todo nuestro acompañamiento y solidaridad
internacionalistas.

4.- El momento histórico de nuestro país se caracteriza por la recurrente
manifestación de tendencias a la crisis del régimen de dominación y
explotación y del proyecto hegemónico, que no logran madurar plenamente, y
el surgimiento de nuevas condiciones y posibilidades en el campo popular
para producir un cambio político, que no logran proyectarse plenamente dadas
sus dinámicas desiguales y diferenciadas,  y su aún prevaleciente
dispersión. Todo pareciera indicar que durante los años venideros se
acentuará la contradicción entre la pretensión de estabilizar el régimen de
dominación de clase fruto de los reacomodos y la redefinición de las
alianzas en el bloque dominante en el poder, y las posibilidades de producir
un cambio político como resultado de la unificación del campo popular en el
que se logren juntar todas las rebeldías para emprender las transformaciones
económicas políticas, sociales y culturales que requiere el país. El campo
de la política se debate entre la consolidación del poder constituido y las
posibilidades de un nuevo poder popular y democrático.

Cuatro son los factores que a nuestro juicio, son expresivos de las
tendencias a la crisis del régimen de dominación y explotación y del
proyecto hegemónico:

En primer lugar, son evidentes los límites de la organización
institucionalizada del poder, especialmente de las configuraciones
estructurales criminales, mafiosas y corruptas del régimen político, del
sistema político, de las reformas a la justicia, del fuero militar y del
fraudulento sistema electoral. Pese a los esfuerzos de remozamiento, es
creciente el descreimiento social y la pérdida de legitimidad de las
instituciones del Estado. En segundo lugar, son notorios los signos de
ruptura del consenso entre las facciones que conforman el bloque dominante
en el poder, lo cual se expresa en la tendencia a la diferenciación de
intereses económicos y políticos y en la forma de representarlos. En tercer
lugar, la desaceleración del crecimiento, fruto de los mayores impactos de
la crisis capitalista y de la entrada en vigencia de los TLC debilita las
condiciones de sostenimiento económico del proyecto de dominación de clase
en la etapa actual, especialmente por la probable reducción de los flujos de
capitales, la inminente caída de la producción y el empleo, y el consecuente
deterioro de la fiscalidad del Estado. En cuarto lugar, se aprecia una
creciente movilización social y popular, que trasciende la mera
reivindicación, más politizada pero aún dispersa, de confrontación contra
las formas asumidas por la estrategia de acumulación capitalista y contra
las políticas neoliberales del gobierno de Santos. Las reconfiguraciones en
el bloque en el poder y las contradicciones no antagónicas en las que ellas
se sustentan, amplían objetivamente las posibilidades del campo popular,
pues su accionar puede contribuir a un mayor resquebrajamiento del proyecto
hegemónico.

5.- La trayectoria de la acumulación capitalista durante el gobierno de
Santos se encuentra marcada por la profundización y extensión del proceso de
neoliberalización iniciado hace varias décadas. La continua precarización
del trabajo obrero y popular, el desempleo y la informalización, así como su
feminización han aumentado la tasa de explotación; las políticas de
mercantilización se han ampliado a campos antes insospechados; la creciente
financiarización del capital, basada principalmente en el endeudamiento del
Estado y de los hogares, le ha impuesto al conjunto de la sociedad una renta
parasitaria que favorece exclusivamente los intereses del capital
financiero; el aumento espectacular de la inversión extranjera ha conducido
a un nuevo ciclo de colonización transnacional de territorios estratégicos,
con el fin de explotar en forma intensiva recursos minero-energéticos,
hídricos y de biodiversidad, produciendo una depredación socioambiental sin
precedentes; la promoción de los agronegocios transnacionales ha continuado
afectando la autonomía y la soberanía alimentarias, la destrucción de la
economía campesina, y estimulado aún más la concentración de la propiedad
sobre la tierra a través de nuevas formas de despojo; la entrada en vigencia
de tratados de libre comercio continúa destruyendo la producción y el
trabajo nacional y acentuando la dependencia. Todo ello le ha dado
continuidad y profundizado la forma predominante de la acumulación: la
acumulación por despojo del campesinado y de los habitantes urbanos pobres;
encuadrada en un orden del derecho, producto de una agresiva agenda de
reformas constitucionales y legales, incluido el aprobado Plan nacional de
desarrollo. Se ha anunciado un nuevo paquete de reformas antipopulares, que
en lo esencial apuntan a favorecer al capital transnacional y a los grandes
grupos económicos.

Esa dinámica de la acumulación capitalista ha traído consigo la emergencia
de nuevas y múltiples formas de la conflictividad social y de clase, que
sumadas a las históricas, han ampliado el espectro de la lucha de clases en
el país y, con ello, extendido las posibilidades de la política y de la
acción política. Como resultado de ello, hemos asistido al surgimiento de
nuevas expresiones de la movilización y organización social y popular, tales
como la Marcha Patriótica, el Congreso de los Pueblos, la Minga Social e
Indígena, Comosoc…, múltiples movimientos socioterritoriales localizados,
movimientos urbanos como los representados por el movimiento estudiantil
unido en la Mesa Amplia Nacional Estudiantil, o en la luchas contra el
régimen neoliberal de seguridad social en salud, entre otros.  Todas estas
expresiones, se unen a las importantes luchas de las nuevas generaciones de
clase obrera, que ha traído consigo la inversión transnacional, a las luchas
de los maestros, de los trabajadores de la salud, entre otros. Asimismo, a
las trayectorias de lucha de los sectores consecuentes dentro del Polo
Democrático Alternativo, especialmente a través de la denuncia y la
oposición parlamentaria en el limitado espacio del sistema político,
enfrentando la lógica de la democracia gobernable y del fraude electoral
estructural.

En medio de condiciones adversas, el movimiento obrero y popular se
caracteriza por distintos signos de resistencia, no obstante la desunión y
la dispersión que continúan siendo algunos de sus rasgos. Es prioritario
avanzar en la unificación del campo obrero y popular a través de la
movilización unitaria, el fortalecimiento clasista de la CUT y la
organización de los trabajadores que estimule el ascenso de la protesta y la
conjunción de las luchas urbanas y rurales.  Respaldamos la propuesta de
preparación y realización de un Paro cívico nacional que confronte las
locomotoras del Plan de desarrollo, la política represiva y el tratamiento
de guerra a la protesta social.

6.- El gobierno de Santos ha mantenido en lo esencial la estrategia
guerrerista de su antecesor, a pesar de una recurrente retórica acerca de la
paz. Su política se condensa en el Plan Espada de Honor, que no es más que
la continuación de la estrategia contrainsurgente iniciada con el Plan
Colombia, pues sigue considerando la posibilidad de la paz como la victoria
militar, conjugándola con un marco jurídico-institucional, el llamado marco
jurídico para la paz, que descansa en lo esencial sobre la idea de la
rendición y la desmovilización de las fuerzas insurgentes. La dinámica del
conflicto social y armado ha demostrado la imposibilidad de una derrota
militar del movimiento guerrillero para llevarlo a su entrega y
desmovilización. Durante la última década se ha provisto al Estado con todos
los instrumentos y recursos económicos posibles, se llevó a la escala máxima
la alianza contrainsurgente con grupos narcoparamilitares, se ha dispuesto
del apoyo económico y tecnológico del imperialismo estadounidense, y tras
repetidos anuncios acerca de la finalización del conflicto e incluso de la
prefiguración de escenarios de posconflicto, más allá de los golpes a la
alta comandancia y a estructuras intermedias de la organización guerrillera,
lo que se continúa observando son flujos y reflujos y una reiterada
capacidad adaptativa de las fuerzas comprometidas directamente en la
contienda militar, dando cuenta de una tendencia a la prolongación
indefinida de la guerra, de no buscarse y acordarse una salida política.

La política guerrerista de Santos resulta insuficiente para los sectores más
militaristas y de ultraderecha que, además de desconocer la existencia del
conflicto y considerar éste más bien como una amenaza terrorista, abogan por
una política de tierra arrasada y de extermino del enemigo, con claros
contenidos fascistas. Guerra y economía neoliberal van de la mano en la
experiencia colombiana. Si de verdad Santos pretende desmarcarse de la
ultraderecha, es hora de que abandone su retórica y manifiesta su voluntad
por una salida política, de la misma forma que en diversas manifestaciones y
documentos lo han hecho y reclamado las fuerzas guerrilleras.

7.- La contribución a la búsqueda de una solución política para la paz ocupa
un lugar central dentro de las urgencias en la etapa actual. El curso del
proceso político en nuestro país y las posibilidades del cambio político
hacia un nuevo poder se encuentran asociados en gran medida con esa
perspectiva. La posibilidad de encauzar el país por el camino de la solución
política no es un asunto exclusivo de las fuerzas comprometidas directamente
en la confrontación militar.  Si bien la expresión de voluntad política de
las partes posee el mayor significado por lo que debería traducirse en la
exploración y formalización de diálogos tendientes a un proceso de
negociación, la verdadera llave de la paz se encuentra en la disposición de
lucha  del movimiento social y popular. Dicho movimiento tiene la difícil
tarea de hacer comprender al conjunto de la sociedad que la paz no es la
rendición, ni la victoria, dado el carácter histórico y la naturaleza social
del conflicto y, en consecuencia, que cualquier propósito de su superación
pasa por la necesidad de concebir y trazar las vías, así como de establecer
los mecanismos que permitan llevar a cabo las transformaciones económicas,
políticas, sociales y culturales, tendientes a superar las causas que lo
originaron y hacen que éste se reproduzca. Para los comunistas la solución
política implica entender la paz como justicia social, democratización y
desmilitarización de la sociedad, recuperación de la verdad, de la memoria,
reparación de las víctimas y por ello debe conducir a la definición de un
nuevo contrato social a través de una Asamblea Nacional Constituyente que
materialice las conquistas en favor del pueblo.

Los hechos recientes del Cauca, así como de otros teatros de guerra en el
país, muestran de manera fehaciente los límites de una prolongación de la
guerra contrainsurgente, los costos fiscales que ella compromete y que bien
pudieran destinarse a resolver los problemas acuciantes de la población, el
fracaso de una presencia estatal que privilegia la creciente militarización
de toda la vida social, criminaliza las resistencias y las formas de
organización social y popular, y convierte a las fuerzas militares en
fuerzas de ocupación. Frente a ello, se aprecia una creciente resistencia de
masas, y una movilización social y popular, campesina, indígena,
afrodescendiente en aumento, por la desmilitarización y en demanda de una
salida política de la guerra. Además de ésta, llamamos a impulsar las
múltiples iniciativas que se están desplegando en el campo popular en esa
misma dirección, tales como las Constituyentes regionales que impulsa Marcha
Patriótica, en continuidad de los acuerdos del Encuentro de comunidades
campesinas, indígenas y afrodescendientes, celebrado en Barrancabermeja de
2011, o el Congreso de Paz convocado conjuntamente por el Congreso de los
Pueblos, Marcha Patriótica y Colombianos y Colombianas por la paz .



Contribuir a juntar todas las voces y todas las rebeldías se constituye en
imperativo del accionar popular para derrotar las fuerzas militaristas y de
ultraderecha, entronizadas en todos los campos de la vida social, con la
complicidad de los medios masivos de comunicación.

8. Del bloque dominante en el poder, considerando los procesos de ruptura
del consenso, se desprenden dos proyectos políticos que se disputan la
unificación de las clases dominantes con miras a la contienda electoral de
2014, sin que aún esté claro si logran constituirse en mayoritarios o
predominantes. Por una parte, se encuentra el proyecto representado por
Santos que se ha querido mostrar como un proyecto reformador y modernizante,
de una trasnochada tercera vía, comprometido mucho más fondo con los
intereses del capital financiero y los grandes grupos económicos, y más
comprensivo de las dinámicas de la acumulación transnacional. Este proyecto
ve en sus propuestas de política, la posibilidad de recomposición del
proyecto de dominación de clase y busca el apoyo del centro político,
incluidos sectores de la llamada izquierda democrática, que vienen
desarrollando la tesis de detener la amenaza de la ultraderecha que
representaría el uribismo. Por otra parte, se encuentra el proyecto político
que pretende la unificación de las clases dominantes con base en el ideario
militarista y de ultraderecha que representa el uribismo y que busca
organizarse en el llamado Puro Centro Democrático, retomando al pie de la
letra la política de los gobiernos de Uribe, especialmente de la lucha
contra la llamada amenaza terrorista. Este proyecto no se desmarca, ni
siquiera en la retórica, de las estructuras criminales, mafiosas y
narcoparamilitares que le han servido y le sirven de soporte. Estos dos
proyectos políticos de las clases dominantes no son expresivos en todo caso
de contradicciones irreconciliables o antagónicas. La estrategia de las
clases dominantes seguramente consistirá en polarizar entre las opciones que
representan sus proyectos políticos, buscando una salida y reacomodo por las
alturas, desconociendo de plano el campo popular y sus posibilidades.

9.- El momento político representa una ocasión importante para el campo
popular. Existen condiciones para avanzar hacia un cambio político que
posibilite la construcción de un nuevo poder. En ello puede cumplir un papel
decisivo la conformación de un Gobierno Democrático de amplia Participación
Popular, comprometido con la paz democrática y las soluciones a favor del
pueblo. En ese sentido, llamamos a todos los procesos sociales y populares,
a los movimientos políticos y sociales, a los partidos de izquierda, a los
diferentes procesos regionales a construir mancomunadamente un Frente Amplio
de Convergencias y Procesos, con base en acuerdos programáticos que recoja
los elementos comunes de las diferentes plataformas políticas e idearios de
unidad, sin perjuicio de mantener las propias dinámicas organizativas y
políticas, como los enseñan múltiples experiencias de Nuestra América. En lo
inmediato ganan consenso puntos esenciales de convergencia como:

•    Solución política con diálogo y negociación para la paz

•    Lucha contra la voracidad y las rentas parasitarias el capital
financiero

•    Defensa de la soberanía, la tierra, el territorio, los recursos
naturales y una relación no depredadora con la naturaleza

•  Garantías y materialización de los derechos de la población (civiles,
políticos, económicos, sociales, culturales y          ambientales) salud,
educación, reforma agraria, vivienda

•    Democratización del Estado, del régimen político y del sistema político

•    Integración de Nuestra América.

10.- Los comunistas reafirmamos el compromiso con la unidad del campo
popular con fundamento en definiciones y acuerdos programáticos. El accionar
en ese sentido se encuentra orientado por el respeto, el reconocimiento
mutuo, la fraternidad y la cooperación; por no ver en la izquierda enemigos
ni inventarlos; por privilegiar lo que une y no considerar las diferencias
como irreconciliables, sin desconocerlas; por cumplir y llevar a la práctica
los acuerdos. Los entendimientos de la política y de la acción política,
expresados en los procesos del movimiento real, indican que al tiempo que se
está asistiendo a los inicios de un prometedor despliegue de la potencia del
poder constituyente y a la producción de nuevas formas de poder popular, la
confrontación con el poder constituido, en los limitados espacios
institucionales, incluidos los existentes en el sistema político, posee la
mayor relevancia. En tal sentido se concretará una política frente a las
elecciones de 2014. Como integrantes del Polo Democrático Alternativo
contribuirán a su fortalecimiento como proyecto unitario, a su 3er. Congreso
nacional y a la coordinación con los diversos procesos de unidad en
desarrollo. Como militantes de la unidad del pueblo trabajaremos por el
acercamiento, la convergencia programática, la solidaridad y la construcción
de nuevas formas de confianza política entre los procesos en desarrollo.
Apoyaremos la creación colectiva del proyecto político de unificación de las
clases subalternas y del campo popular. La difícil tarea de la unidad
consiste justamente en poder juntar las rebeldías y unir las voces que en
los diversos ámbitos de la acción política, la movilización, la organización
y la lucha de masas se vienen expresando en nuestro país y deben tener ahora
la prioridad. En las condiciones actuales, la unidad ha devenido en
imperativo histórico y a este compromiso convocamos a concurrir con voluntad
y apertura.

11.- El Congreso hace un llamado a los (as) trabajadores (as) y al pueblo
colombiano a reforzar  las filas del Partido Comunista, apoyar su política
de unidad y coadyuvar a la construcción del nuevo país con paz, libertades,
democracia, soberanía y solidaridad latinoamerica e internacionalista.

21 CONGRESO DEL PARTIDO COMUNISTA COLOMBIANO

Bogotá, julio 22 de 2012
Fuerza Histórica Latinoaméricana.

Fuerza Histórica Latinoamericana

Saludos y bienvenida:

Trovas del Trovador


Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.



Saludos y bienvenida:


Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.

Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.

Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...

A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.

Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...

Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?

Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.

No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.

Fraternalmente, Trovador


UN DÍA COMO HOY, 12 de febrero de 1973, los principales periódicos de El Salvador difundieron fotos de la muerte de los compañeros José Dima...